domingo, 6 de noviembre de 2011

Inicio de la causa del Doctor José Gregorio Hernández (1949)

Reproducimos a continuación el texto del Edicto del Arzobispado de Caracas por el que se instaura el proceso arquidiocesano en orden a conocer las virtudes heroicas del Siervo de Dios doctor José Gregorio Hernández. Es este un paso que trae grandísimo gozo a los católicos venezolanos que ya desde el momento mismo de la muerte del Dr. Hernández esperaban que un día la Iglesia consideraría aquella vida admirable de virtud, caridad y ciencia como posible modelo para el honor de los altares. Ojalá que nuestra oraciones obtengan de Dios que ese proceso se lleve felizmente hasta una culminación gloriosa, para honor de Dios y edificación de las almas

MONSEÑOS LUCAS GUILLERMO CASTILLO
Por la Gracia de Dios y de la Santa Sede Apostólica, Arzobispo de Caracas, Prelado Asistente al Sacro Solio Pontificio, etc.

Hacemos saber que, a instancia del Reverendo Padre Antonio de Vegamián, Custodio de los Reverendos Padres Capuchinos y Postulador diocesano, se ha promovido en esta Curia Metropolitana el Proceso de beatificación del Siervo de Dios, doctor José Gregorio Hernández Cisneros, terciario franciscano fallecido en Caracas el veinte y nueve de junio de mil novecientos diecinueve, y en esta virtud hemos nombrado Tribunal delegado que entienda en la causa, constituido por el Reverendo Padre Leocadio Ugarte, de La Compañía de Jesús, juez presidente,  y los Reverendos Padres Otto Hofstetter, benedictino y Carlos Guillermo Plaza de la Compañía de Jesús, jueces adjuntos, Promotor de la Fe el ilustrísimo Monseñor Marcos R. Tortolero Prelado Doméstico de S.S y Canonico Doctoral, Subpromotor  el Ilmo Mons. Alejandro Fernández Feo Prelado Doméstico de S.S. y Párroco de San Juan Bautista; Notario actaario el Pbro. Dr. Francisco A. Maldonado; Auxiliar el Pbro. Horacio Materán; y Cursos el Señor Gustavo Irady.

Más, estando prescrito por los Sagrados Cánones que, una vez abierto el proceso de Beatificación, se proceda a la búsqueda de cuantos escritos pertenezcan o se atribuyan al Siervo de Dios que se intenta beatificar, para que sean remitidos a la Santa Sede, disponemos:

No hay comentarios:

Publicar un comentario